31 ago 2010

Mad Men X


Buceando por internet me he topado con esta noticia -de la que ya se había hecho eco la prensa muy de pasada-, y la verdad es que me ha hecho mucha gracia. Según resalta el titular de la misma, el actor Jon Hamm (en la foto), protagonista de Mad Men, la serie del momento, tiene un pasado en el mundo del porno. Vale, resulta curioso, pero tampoco es una novedad. Stallone rodó alguna peli erótica en su juventud, al igual que David Duchovny. Incluso el mismísimo Francis Ford Coppola realizó diversas tareas en algunas productoras de cine para adultos antes de que Roger Corman le diera la oportunidad de despuntar en el Hollywood de Serie B. Y sin ir más lejos, nuestro Santiago Segura se jacta de haber trabajado como guionista de cine X. Así que tampoco es para tanto.
Pero es al leer la noticia al completo cuando llegamos a lo realmente sorprendente. Y es que el tal Hamm se dedicaba, en la productora de cine para adultos, a la extenuante tarea de encargado de vestuario.
Sí, lo han leído bien. Era encargado de vestuario en una productora pornográfica. Agotador. Vamos, el trabajo soñado de todo funcionario. Debía de llegar a su casa cada día muerto, pobre.


Hace unos años tenía un colega de trabajo, uno de esos graciosillos que siempre van soltando chistes por doquier, que decía constantemente a modo Chiquito: trabajas menos que un encargado de vestuario en una peli porno. Quizás por eso me ha hecho tanta gracia la información.
Y digo yo: ¿de qué se encargaba el tal Hamm? ¿De elegir el tanga más apropiado a cada escena? ¿De conseguir bragas comestibles? ¿De elegir entre los sostenes negros y los de raso? ¿Con gafas o sin gafas? ¿Mejor medias o pantys? A no ser que sea un experto en complementos fetichistas, en zapatos de tacón, botas militares, lencería femenina, uniformes o prendas de fantasía no le veo demasiado sentido a ese puesto de trabajo. Es algo así como ser de talador de árboles en los Monegros.

Y ya puestos, ¿qué hace falta para rodar una peli porno, a parte del fundamental encargado de vestuario? Lo cierto es que la industria del cine para adultos ha evolucionado mucho desde que surgiera como tal allá por los años 70. Garganta Profunda dió el pistoletazo de salida. Su inmenso éxito demostró que había nicho de mercado -como se diría ahora- con potencial suficiente para resultar rentable y muchas productoras se lanzaron a por su pedazo de pastel. Por aquel entonces se planteaban películas con argumento que diera pie a las secuencias sexuales en cuestión de mayor o menor calado. Había un equipo que se cuidaba de la iluminación, el sonido, se intentaba dotar de cierto sentido cinematográfico los encuadres y los montajes y se procuraba tener cierto buen gusto. La llegada del video doméstico lo cambió todo. Se empezaron a obviar los argumentos para centrarse en lo que realmente el consumidor buscaba: el polvo en sí. Actualmente vivimos lo que se podría llamar fastporno en el que se consumen escenas sueltas en la pantalla del ordenador de 6 minutos con 23 segundos de media, para ser exactos. Los equipos de producción se han reducido a la mínima expresión y se ha perdido en calidad cinematográfica lo que se han ganado en efectividad, eso es indiscutible.
Las cifras de consumo de porno en internet son realmente impresionantes. Si a alguien le interesan las estadísticas, este divertido video resulta muy instructivo.
Y digo yo, ¿si el consumo de porno se ha democratizado de tal manera, porque sigue siendo un tema tabú? Quizás esa sea una de sus gracias, o de sus morbos. Pero no me enrollo, que eso da para otro post mucho más sesudo y profundo.


En definitiva, si no fuera porque resulta tan absurda, creería que esta noticia que encabeza este comentario es una manera de encubrir un sórdido pasado vinculado al cine para adultos del citado actor. Pero de tan chorra que és, parece hasta auténtica. Y si no, tiempo al tiempo

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