29 sept 2010

El primero de la clase

Esta es una de las estaciones de recarga de energía eléctrica para vehículos que el Ajuntament de Barcelona está instalando por la ciudad. No creo que sea la primera, pero sí que es la única con la que yo me he topado de momento. Esta está destinada a ser una de las más frecuentadas pues la han colocado en una de las esquinas de la Pça. Catalunya, justo la que da con la Calle Fontanella, frente a una de las salidas de El Corte Inglés, en pleno centro. Ya veremos cómo se lo van a montar los coches si tienen que detenerse allí para recargar la batería, con la de tráfico que soporta esa zona.
De momento cumple su función como reclamo publicitario porque la gente que deambulaba por ahí se la quedaba mirando. Incluso preguntaban a una patrulla de policías municipales apostados en aquella esquina para ahuyentar a los del top manta y que no tenían ni pajolera idea de qué era aquello, ni si estaba ya en funcionamiento ni de cómo iba. Tiene una pegatina con instrucciones de uso, pero como casi siempre en estos casos, es bastante incomprensible.
No creo que vaya a tener mucha demanda en estos momentos. La utilizarán los vehículos de limpieza de las calles y poca cosa más. Pero es bueno que vayamos familiarizándonos con estaciones de este tipo. Los vehículos eléctricos debería ser una realidad en breve. Al parecer lo que se impondrá en un futuro próximo será el coche híbrido como paso intermedio al coche eléctrico 100 %.

Hace poco pillé por casualidad el documental titulado: Who killed the electric car? que emitía uno de esos canales temáticos de documentales, no recuerdo cual, sinceramente, a altas horas de la madrugada. En él se explica la breve pero significativa historia de los coches americanos eléctricos que se desarrollaron a finales de los 90 y primeros años del 2000.

En 1990 fue aprobada en California una ley considerada revolucionaria en su momento: la Ley del Vehículo de Emisión Cero. Mediante esta ley se obligaba a todos los fabricantes que querían vender coches en California a tener en sus catálogos modelos no contaminantes. Las empresas empezaron a desarrollar modelos. GM fue la única que lanzó al mercado uno, el EV1. Era un coche sencillo y funcional con una autonomía de 130 km que para sorpresa de todos, tuvo una acogida más que aceptable. Hasta aquí todo bien.

Pero a la vez que el Gobierno de California rebajaba los niveles de exigencia de su ley, presionado por las petroleras, GM detenía la producción del EV1, desmantelaba las instalaciones para su fabricación, cerraba los concesionarios y recuperaba uno a uno toda la flota de EV1 para enviarlos todos al desguace.

Como culpables de este fracaso el documental señala:

-A las petroleras, por supuesto, que presionaron todo lo que pudieron y más para frenar el desarrollo del coche eléctrico por motivos obvios.
-A las empresas de automoción. Los coches eléctricos tienen motores muy sencillos que resisten mucho, mientras que los motores de combustión interna necesitan mucha más asistencia, reparación, piezas… El coche eléctrico no era negocio.
-Al Gobierno de California, por reducir sus exigencias.
-Al Gobierno USA con el actualmente desaparecido George Bush a la cabeza. En aquellos momentos del auge del coche eléctrico, Bush anunció ayudas por valor de 1500 millones de dólares para desarrollar el motor de hidrógeno. Según el documental, el motor de hidrógeno es una utopía. Como poco faltan más de 100 años para tener la tecnología necesaria para poder hacerlo asequible. Por eso lo apoyan las empresas petroleras, porque saben que jamás se desarrollará. Y es de todos sabido que Bush tenía intereses personales o familiares en el negocio del petróleo…
-Y por último, a los propios consumidores, que vivieron sin demasiado entusiasmo el auge y caída de los coches eléctricos.

Espero de verdad que esta vez, por le interés de todos, la cosas vaya un poco más en serio. Me gustaría pensar que vamos avanzando, ni que sea a trancas y barrancas.

27 sept 2010

Mi horóscopo: Acuario



Sí que hila fino la astróloga ésta. Nerviosita estoy con lo que me pueda decir mañana. Aunque un poco arriesgada sí que ha sido, que siempre podía haber puesto "si tienes hijos en edad escolar y no vives en un campamento gitano".

26 sept 2010

Alehop!

¿Cuantos mortales pueden hacer estos artistas callejeros?

Cuando España era moderna 3. What happens now?

Siempre dicen en España hablan mal inglés. Esto no es verdad.
Cuando yo llegar a España mucha gente ya habla inglés perfectamente. Este video es ejemplo.


Este video está grabado Supermercado de Corte Ingles de Zaragoza. Este es claro ejemplo que no nesecitas mucho dinero para hacer buen vídeo si hay talentos. Chica solista es muy simpática y mira a cámara con picardías. Todas marrujen mirán cámara también. Y ella baila muy bien frente a congelados
Ellos dicen que es canción de chochi-pop. Yo no sé que es chochi pop pero encuentro nombre horrible.

24 sept 2010

Ruí, su familia y la madre que lo parió


Esta simpática campesina que aparece en la foto es ni más ni menos que el Papa Benedicto XVI disfrutando de unas vacaciones en la campiña italiana. Y esta foto ha sido la causante de una tonta discusión vía messenger entre mi amigo Ruí y yo. La instantánea corre por internet desde hace ya un par de años, pero Ruí la desconocía, así que se la he enviado. Tras dos largos minutos de silencio me ha dicho que le parecía irrespetuosa y que no le gustaba. Me ha dejado de piedra. Ruí no es para nada religioso y mucho menos católico, así que sinceramente no acabo de entender a que viene su enfado. Hemos discutido un buen rato sobre lo mucho que la iglesia nos ha puteado a los gays desde el inicio de sus historia y al final nos hemos despedido de malas maneras. Incomprensible, la verdad.
Yo creo sinceramente que lo que realmente le ha ofendido es que le dijera que el Papa en esta foto tenía un aire a su madre. Y es cierto. Le pones una trenza, le pones bigote y le quitas esa sonrisa bonachona y es clavadito a la Sra. Madeira.

Tuve la oportunidad de conocer a esa buena mujer una Semana Santa que me dio el arrebato de querer irme de la ciudad y reencontrarme con las bondades del campo. Ruí había vuelto a su pueblo natal, cerca de Oporto después de pasar varios años en España. Siempre había hablado con añoranza de esa maravillosa zona de Portugal así que un día muy agobiado por el gilipollas de mi jefe, me compré un billete de avión y para allí que me fui.
Ruí me vino a recoger al aeropuerto en la destartalada furgoneta de su hermano, pues su coche estaba en el taller. El camino hasta Poncelos duró como hora y media. Ruí se había instalado en la casa familiar hasta encontrar algo más apropiado. La casa llevaba vacía varios años pues todos los hermanos (siete en total) se habían marchado y su madre se había ido a vivir con una de las hijas cuando se quedó viuda. Me comentó que estaríamos muy tranquilos porque a aquella casa ya no iba nadie ya. La verdad, me alegré, no tenía yo muchas ganas de conocer a nadie ni de andar haciendo el paripé. Me apetecía leer, dar paseos, escuchar música... Vamos lo que uno piensa que se hace en el campo.
La casa… ¿Cómo podría decirlo de forma suave? La casa era espantosa. Aquello no era una casa antigua, era simplemente vieja. Si me llegan a decir que allí vivía un psicokiller que descuartiza viejas en el sótano, me lo hubiera creído a pies juntillas. Era una construcción de ladrillo remozada de cemento y sin pintar de una sola planta y levantada del suelo como un metro. Aún así dentro hacía un frío y una humedad que te calaba hasta los huesos. Entendí que los seis hermanos de Ruí y la madre no es que se hubieran marchado, es que habían huido de aquel lugar a la menor ocasión. El Motel Bates hubiera parecido el colmo del encanto al lado de aquel caserón.
Ruí hacía vida en la cocina y en su habitación, entre ambos había un comedor que parecía decorado por la hermana del Conde Drácula. Todo era de madera oscura y pesada. La mesa era grande y solemne y estaba rodeada de sillas con unos respaldos altísimos acabados en filigranas. A un lado había un chifonier polvoriento del mismo estilo sobre el que descansaban unas tétricas fotos parientes muertos hacía décadas y en frente, presidiendo aquel comedor, había el crucifijo más macabro que había visto en mi vida. Pasar por allí me daba un yuyu tremendo, sobretodo de noche. Pero intenté sacarme de encima esa vena cínica que me domina y no darle tanta importancia a los temas banales. Pensé que, total, con algunos muebles (de Ikea mismo) y varias manos de pintura que cubrieran aquel horroroso color verde piscina con el que habían pintando las paredes, todo luciría mucho más acogedor. No me atreví a asomarme siquiera al resto de las habitaciones.
A partir de aquel momento, aquel largo fin de semana fue un rosario. Para empezar, nos quedamos sin la destartalada furgoneta, que de la noche a la mañana desapareció. Así que no podíamos movernos de aquel villorio de mala muerte. Por mucho que Ruí se empeñara en llamarlo pueblo, aquello no era más que un puñado de feas casas desperdigadas sin orden ni gracia unidas entre sí por caminos sin asfaltar. Punto. Reconozco, eso sí, que el entorno era bonito y muy verde. Pero a la porra las excursiones a Braga y las visitas a Oporto. A mi no me dio tiempo ni a cabrearme siquiera porque a partir de ese momento empezaron a aparecer por allí familiares organizados por turnos, como para minar mi moral. Sí, esos familiares que no venían nunca, allí estaban. Una hermana, un primo, la vecina. Un sobrino de Ruí venía exclusivamente a conectarse al messenger y bajar música de internet y andaba por allí como Pedro por su casa. A la que me relajaba, ya estaba alguien allí de nuevo. Incluso hubo una mañana que, mientras Ruí y yo tomábamos una ducha erótico festiva juntos (no bebas el agua de la ducha me avisó él, como para evitar que pudiera bajar la guardia incluso en aquellos momentos) se presentó su tío de Francia. ¡Hasta el tío de Francia vino de visita aquella Semana Santa! Para colmo empezó a aporrear la puerta del baño pues al parecer se estaba meando. Tuvimos que improvisar toda una estrategia para salir mínimamente airosos de aquel trance.
Ellos me miraban a mi con curiosidad. Yo sonreía esperando que Ruí nos presentara, pero este actuaba como si yo no existiera.
-¿Porque no me presentas a tus familiares?- le pregunté.
Sin llegar a comprender lo absurdo de aquella cuestión, me respondió que yo le había dicho que no quería conocer a nadie. Sí era cierto, yo no quería ir a conocer a nadie, pero si se presentaban en la casa donde estábamos confinados lo normal era, como mínimo hacer una presentación, ¿no?

-¡Vamos a comer a un bar, a un restaurante de carretera! ¡Vámonos donde sea!-, le supliqué el segundo día.
Ruí negó con la cabeza. Allí no había nada. Pero nada de nada.
-Un bareto, un puticlub, lo que sea.
-Aquí no hay hada Peque. Pero te voy a cocinar un bacalao con arroz muy bueno-, respondió con entusiasmo. Y empezó a trajinar por la cocina. Yo salí al patio y me senté en una silla de madera frente a lo que se suponía que era un huerto pero que no era mas que un barrizal pestilente. Por lo menos hacía solecito, pero aquellas sillas eran muy tiesas y no se podía ni siquiera leer cómodamente. A mi lado había un pequeño armario apoyado contra la pared en el que estaban encerradas dos gallinas que no paraban de picotear las puertas.
-Son muy malas. ¡Se quieren escapar!- dijo Ruí ofendido de que las gallinas no valoraran el confortable interior de aquel minúsculo armario en el que estaban encarceladas.
Yo me largué a dar una vuelta. Me propuse llegar a un pequeño núcleo urbano que veía más allá de la carretera. Me puse de barro hasta media pantorrilla, pero lo conseguí. En el super, más surtido que el de Pontelos, me compré una bolsa de patatas que me comí sentado en un arcén de la carretera.
Por la tarde apareció la Sra. Madeira. Ruí lanzó una maldición a la que ella no hizo ni caso. Sin decir palabra se comió el bacalao que nos había sobrado de la comida y se sentó en una silla a ver la tele. No, tampoco había sofá alguno en la casa.
Aquella tarde empezó a llover. A la media hora la lluvia se filtraba por la pared de la cocina que daba a la ladera de la colina. Nos pasamos las tres horas siguientes achicando agua a las órdenes de la Sra. Madeira.
Aquella mujer ya no se movió de esa casa, incluso durmió allí. Ruí estaba que se subía por las paredes. Yo había tirado la toalla hacía tiempo. De vez en cuando ella se sentaba a mi lado y me hablaba. Yo no entendía ni papa de lo que me decía.
-Ruí, tu madre me está hablando y no se lo que me dice-, comenté un tanto incómodo a mi amigo.
-No le hagas caso. Ha venido a molestar. Es una pesada, no le contestes-, me decía como si ella no estuviera allí.
En una de estas de pronto oímos un gran estruendo en el exterior. Cuando salimos vimos a las gallinas por allí sueltas defendiéndose del ataque mortal de los cinco gatos que vivían también en aquel patio. Se montó un cristo de cuidado. Ruí logró salvar a las gallinas y meterlas en el armario de nuevo. Pero se llevó varios zarpazos, alguno profundo, y muchos picotazos. Estaba muy cabreado con su madre por haber abierto el armario de las gallinas.
-Es mala. Lo hace a propósito- dijo mientras yo le aplicaba betanide en las heridas.
Le creí. Mientras el pobre Ruí intentaba apartar a los gatos a manotazos, la madre contemplaba la escena complacida. Tuve la certeza de que aquella anciana de ojos entelados y caminares lentos y tranquilos era una arpía de cuidado.
Como guinda final a aquella gloriosa Semana Santa, estuve a punto de perder el avión. Todos los familiares que se habían presentado por turnos por allí hasta aquel momento, desaparecieron del mapa justo cuando nos había falta pedir prestado algún medio de transporte para llevarme al aeropuerto. ¿Taxis? ¿Allí? ¡Vamos hombre! Cuando empezaba a resignarme a tener que pasar allí una noche más, la madre de Ruí fue a hablar con una vecina y a los tres minutos teníamos un coche a nuestra disposición. In extremis, pero a tiempo. Le agradecí profundamente el gesto, pero tuve claro lo que quería aquella tipa era que me alejara lo antes posible de su hijo.

22 sept 2010

¿A alguien le cae bien Javier Bardem?



No conozco a nadie que le caiga bien Javier Bardem. La verdad es que esa antipatía que despierta se extiende como la gripe en invierno y se la tiene ganada a pulso.
Estos días ha estado en San Sebastián para presentar Come, reza, ama... y caga (al parecer la película es un truño de cuidado). Los vetos y condiciones que el actor español ha impuesto en las ruedas de prensa y entrevistas de promoción van mucho más allá de lo razonable. Incluso han sido mucho más restrictivas y caprichosas que las impuestas por su compañera de reparto y protagonista de la película, la mega estrella Julia Roberts.
Corren por Barcelona algunas anécdotas atribuidas al actor español durante los rodajes de Vicky Cristina Barcelona y Biutiful que dan fe de su mala educación y falta de humildad. Es muy posible que algunas de ellas sean meros bulos, pero otras tienen toda la pinta de ser verdad, como cuando, al parecer, montó en cólera en un restaurante donde cenaba porque una pareja se le acercó para pedirle un autógrafo.
No es la primera vez que se comporta así ni es España el único país donde da rienda suelta a sus caprichos de estrella engreida. En Japón, en Inglaterra y en Alemania ha tenido también sus más y sus menos con los medios de comunicación. Incluso ha contagiado sus malas maneras a su querida Pe, su flamante esposa. Cuando ésta era pareja de Tom Cruise y Matthew McConaughey se mostraba mucho más cercana y accesible. Desde que está con Bardem, no concede entrevistas ni quiere saber nada de la prensa que le ha ayudado a convertirse en lo que es en la actualidad.
Bardem se escuda en el mismo cansino argumento de siempre: que lo suyo es la actuación y que eso no tiene nada que ver con convertirse en una persona pública. Personalmente detesto a la gente inconsecuente. Si lo que te interesa verdaderamente es la interpretación y quieres pasar desapercibido y que nadie te moleste, te haces actor en una compañía de teatro de provincias y punto y no te metes en superproducciones americanas. Si juegas a actor de Hollywood, asume que vas a hacerte un personaje conocido.

Cuenta el prestigioso crítico cinematográfico Jaume Figueras en su libro de memorias que por norma general resulta mucho más fácil entrevistar y tratar a grandes estrellas de Hollywood que a los actores patrios. Vamos que Brad Pitt se muestra mucho más natural y educado que Maribel Verdú. Mi amigo Ramón, que trabaja en una emisora de radio musical de ámbito nacional y ha entrevistado a muchos cantantes y grupos tanto del país como internacionales, confirma lo dicho por Figueras: en el tú a tú, los artistas de éxito mundial suelen mostrarse más normales que los grupos de aquí. Él tiene la teoría de que todo se debería al complejo de inferioridad que tendríamos los españoles arraigado en nuestros genes. Nuestra falta de confianza nos empujaría a dar la nota para sentirnos importantes. En otros lares menos acomplejados asumirían su papel de estrella de manera más natural. Puede ser que haya algo de cierto en todo eso, aunque yo no sería tan simplista. Seguro que también hay egos, engreimientos, celos, falta de profesionalidad y prepotencia, entre otras cosas. Y tampoco se puede generalizar; no todos los actores y cantantes patrios son unos impresentables.
-Y los peores de todo, los que van de buen rollito-, me sigue diciendo Ramón.
Detesta especialmente a Bebe, a la que me define como cretina. Pero la entrevista en la que peor lo pasó en su vida fue una que tuvo que hacerle a Las Niñas, aquel trío de chicas sevillanas de éxito efímero.
-Es la única vez en mi vida que se me han saltado las lágrimas de rabia y de impotencia por cuestiones laborales.
¿Quien se acuerda ahora de ellas?

21 sept 2010

The Saturdays

No hay nada demasiado destacable en esta girlband británica, a medio camino entre las ruidosas Spice Girls y las provocativas Sugababes, pero este video clip de inspiración retro en el que versionan el famoso Just Can't get enought de Depeche Mode tiene su gracia.

Robótica en Trafalgar Square




Con motivo del London Desing Festival, han plantado en pleno Trafalgar Square londinense esta instalación interactiva bautizada con el nombre de Outrace. Es obra de los artistas Clemens Weisshaar y Reed Kram y se ha podido realizar con la ayuda de Audi, que ha cedido los ocho brazos mecánicos de los que consta la instalación así como ha ofrecido soporte técnico.
A través de la pagina (link arriba) se pueden escribir mensajes que los brazos mecánicos dibujan en el aire a la vez que unas cámaras graban y cuelgan en youtube dichos mensajes. Todo muy tecnológico y muy deslumbrante, no lo niego. A mi personalmente todo este montaje me deja algo frío.

Si estos días pasean por la capital inglesa (fecha límite, 26/9) pueden acercarse hasta Trafalgar Square y contemplar en directo el anárquico movimiento de los brazos mecánicos. No me negarán esos tentáculos acabados en una cabeza de leds que parecen estar vigilandonos tiene algo de inquietante.

20 sept 2010

La sonrisa imperfecta


Tenía cita yo con el dentista este jueves. Quería colocarme unos brackets. Yo soy una mujer segura de mí misma, pero la verdad sea dicha, mis dientes algo separados siempre me han acomplejado un poco.

Digo tenía porque acabo de anularla. Me acaba de llamar mi amiga Lidia y me ha abierto los ojos.
Lidia me ha contado, que ha visto en las noticias que ahora estaban de moda las paletas separadas. Que las modelos que triunfan tienen que tenerlas así, y que incluso la gente se coloca aparatos para separárselas.

A mí es que ésto no se me había pasado ni por la cabeza.

La verdad, todo lo que me dice Lidia en cuestión de modas yo lo pongo en cuarentena. No porque ella no sepa, que sabe bastante, sino porque ella se deja influenciar mucho por su hija la mayor. La que vive en Nueva York. Y no es que sea moderna, no. Es un paso más. ¿Pues no me dijo un día, cuando vino en Navidades, que lo que se llevaba era llevar el sostén por fuera? Vamos, eso se lo pondrán cuatro frescas.
Yo soy como más clásica, más sobria. Más de Chanel, pare entendernos.
Pero me he documentado, y se ve que lo de las paletas separadas es verdad. Diastema se llama ésto. Y lleva de moda más de un año.

Y es lo más. Son muchas las que triunfan con esta carácterística. Anna Paquin triunfa en el mundo entero con su True Blood y no es por lo mona ni lo buena actriz que es. Prada ha fichado a Lara Stone que se ve que es la imprescindible. Patricia Conde sigue siendo considerada una sex-symbol, aunque creo que ésta se lo ha corregido. Madonna está ahí erre que erre. Georgina Jagger, la hija pequeña del de los Rolling, es un icono de moda británico.Y Chanel, que a mí encanta, ha pillado de nuevo a Vanessa Paradis para hacerle fotos con sus bolsos. Y ésta no usa seda dental, ésta tiene que usar una soga.

David Delfín, del que yo no me pondría un modelito ni muerta, ha lucido durante un tiempo lo que yo creía que eran unos brackets normales. Pues se ve que eran para separarse los dientes. Y en memoria de su padre, dice. Si es que los modernos no tienen desperdicio. Y si encima de modernos son gays, ya ni te cuento.

Pues eso, se ve que lo imperfecto está de moda. Se buscan modelos con personalidad. Nada de caritas perfectas.

He visto que Juan Duyos acaba de presentar su colección en Cibeles y para ello ha hecho servir a modelos de más de 50 años. Y dicen que ha sido super trendy.
Señores modistos, (David Delfín no hace falta), que yo tengo más de 50 y diastema. Vamos que ahora soy lo más. Así que si quieren llamarme...soy toda oídos, que a mí lo de modelar siempre me ha gustado.

Amor macaco


¡Quiero una camiseta con este diseño!
Diseñada los maestros de Mondo Brutto 


17 sept 2010

Contento a pesar de todo


Estoy contento a pesar de todo.

En las últimas semanas han tenido lugar distintos festejos taurinos a lo largo y ancho de todo el país. De todos, el más llamativo y quizás sanguinario, ha sido el llamado Toro de la Vega, en Tordesillas (Valladolid). Consiste en matar un toro a lanzazos ya sea a pie o a caballo. Este año no dejaron grabar el martirio. Argumentaban que quieren que el toro muera en la intimidad. En la intimidad de los 80 lanceros que gritan, vitorean, jalean y aplauden su muerte. Data del siglo XVI, un siglo más que la Santa Inquisición. Toda una tradición.

Hace unos días, saltó de nuevo la polémica. En este caso por unos grillos. Un millar de éstos insectos formaban parte de un montaje artístico. Estaban vivos, o más bien moribundos, pegados a paneles o atravesados por un alfiler. Los cálculos de los organizadores garantizaban que al menos una semana los grillos permanerían con vida, pero por si las moscas, tenía unos cuantos de miles más en cajas para sustituir a los muertos. Pero el primer día de exposición, una señora, ofendida por el montaje, fue a su casa, cogío un bote de Baygon y acabó con la agonía de los insectos. El artista dice no entender la polémica. Sólo quería que la gente reflexionara sobre la necesidad de vivir el momento. Claro que sí, vive el momento, que cualquier día puede venir un gilipollas, clavarte en un muro y ponerte en una sala de exposiciones.

Pues como decía, estoy contento. Contento porque la noticia ya no es el festejo en sí o la originalidad de la exposición. La noticia es la polémica que suscita, la cantidad de personas que lo censuran. La gente no se enorgullece ya tanto de decir que va a los toros, lo dicen con la boca pequeña. No se ven tantos famosos en las plazas. Saben que ésto puede dañar su imagen. En Andalucía, cuna de la tauromaquia, recogen firmas para llevar al parlamento la prohibición de las corridas de toros. Quedarán años aún, pero es el comienzo...
Los bárbaros no entienden como en pleno siglo XXI se prohiben corridas de toros o exposiciones sádicas. Ellos no obligan a nadie a presenciarlas. Que cada cuál elija. Faltaría más. Dicen que dónde ha quedado la libertad. Que en los tiempos que andamos, prohibir no tiene sentido..
Pues dejemos de prohibir la pornografía infantil, que los pedófilos no obligan a nadie a consumirla. O la violencia de género, que total, el maltratador no te obliga a pegarle a tu mujer, ni a verlo, que para eso lo hace dentro de casa.

Así que estoy contento a pesar de todo.

15 sept 2010

¡A bailar con Ake Blomqvist!

¿Es usted uno de esos que se limita a sujetar su cubata y hacer barra en las discotecas por temor al ridículo en la pista de baile?
¿Le gustaría sorprender a propios y extraños con los pasos más elegantes y modernos?
No se preocupe; Ake Blomqvist está aquí para ayudarle.
Ake es un famoso profesor de baile finlandés que, allá por los 80's, daba clases de baile disco en la televisión.
Con una elegancia y agilidad sin par, Ake nos enseña facilmente pasos tales como el tentempié, el pisa-huevos, el skating, el molinillo, la batidora, etc. con todas sus variantes, de manera fácil y amena.



¡Salou! ¡Benidorm! ¡Torremolinos! Vaya allí donde el IMSERSO le lleve.
¡Aflójese la prótesis de cadera y conviértase en el rey de la pista del Hogar del Jubilado!

Y digo yo: ¿porqué cuando al final Ake se desmalena no pone en práctica ninguno de los pasos que nos ha estado mostrando anteriormente? Y si sabe que le van a enfocar los pies para poder visualizar bien cada paso, ¿no podría haber puesto unas zapatillas más limpias?

Pero esos son minucias. Ya no tienen excusa. ¡Láncense y rompa la pista con los pasos de Ake! ¡Le aseguramos que como mínimo conseguirá una gachí tan molona como la que le acompaña a é!

14 sept 2010

El perro que grita: ¡Batman!

Si es que no hace falta mucho más para triunfar en youtube.
Un perro horrible lanzando gritos afónicos + un amo malintencionado y oportunista = un éxito en la red.
Ya no quedan artistas de verdad en el reino animal. ¡Todo es vulgar y zafio!

   

13 sept 2010

Antes muerta que sencilla



Juan Carlos me comentaba entre lágrimas cómo había sido el entierro de Fran. Estaba bastante afectado y le costaba hablar. Al parecer el grupo de amigos íntimos habían discutido con la familia y habían conseguido imponer algunos de los deseos del difunto respecto a su propio funeral. El mismo Juan Carlos estalló de risa.
-Fue algo digno de una película de Almodóvar-, dijo mientras alternada lágrimas con carcajadas.
Se refería a las buenas, a las películas que hacía Almodóvar antes, no las de ahora.

Se presentó el viernes por la noche por sorpresa. Era muy tarde y yo estaba tirado en el sofá medio dormido, acabando de ver un capítulo de Mad Men cuando sonó el movil. Me dijo que estaba en Barcelona.
- Joder, ¿cómo no me has avisado antes?- le pregunté.
Se había marchado por sorpresa, no podía más. Le había pedido el coche a su hermana y sin saber muy bien hacía dónde dirigirse, había cogido la carretera y había hecho casi 700 km de un tirón hasta llegar al Monumento a Colón.
-Tenía que largarme-, fue toda la explicación que me dio.
Quedé con él a las 02.00 de la madrugada. Pasó a recogerme y nos fuimos a la playa. Paseamos entre los pescadores que lanzaban sus larguisimas cañas al mar en aquella cálida noche de verano. Estaba bastante entero para lo que acababa de vivir.
Juan Carlos es oriundo en una ciudad de la Mancha, de cuyo nombre no quiere acordarse. Pido disculpas por lo fácil de la frase pero Juan Carlos me permitió escribir este post siempre y cuando cambiara los nombres y no dijera dónde concretamente se habían producido los hechos; sólo puedo decir que es en La Mancha. Además, mi amigo está a punto de dejar su ciudad natal dónde se siente oprimido y agobiado, así que la frase de Cervantes me viene al pelo.

Hace cuestión de tres años Juan Carlos conoció a Fran con quien tuvo una relación de pareja que duró un par de años. Fue una relación bastante tormentosa. Juan Carlos era mucho más joven que Fran a pesar de lo cual él era la parte responsable del binomio. Fran tenía un hijo de la edad del propio Juan Carlos, fruto de un pasado más que lisérgico que al parecer no había abandonado del todo. Los dos jóvenes se entendían bastante bien, al parecer y se hicieron amigos. Fran era escenógrafo de profesión y transformista por vocación. Por mucho que él se autodefiniera como Drag Queen, por las fotos que Juan Carlos tenía colgadas en su facebook, las actuaciones de Fran tenían más de fiesta de maricas trasnochadas pasadas de rosca que de auténtico show. Era como ver a Demis Roussos en lamé dorado haciendo playbacks de la Carrá. Yo por drag queen yo entiendo otra cosa.
A pesar de que la pareja se había acabado hacía tiempo, Juan Carlos y Fran seguían siendo amigos, lo que dice mucho de ambos.

Antes de verano, la última vez que Juan Carlos vino a visitarme, me dijo que estaba bastante preocupado. A Fran le habían detectado un principio de tumor cerebral. No supe más del tema hasta que me envió un mensaje hace una semana diciéndome que al día siguiente enterraban a su ex. Intenté ponerme en contacto con él pero no me fue posible. Le envié entonces algunos mensaje en los que me ofrecía a lo que quisiera: hablar, ir a hacerle compañía o que viniera él si le apetecía.
Y aquí estaba. (Menos mal, si me llega a decir que vaya a pasar un fin de semana a La Mancha, me da algo).
A pesar de lo grave de la enfermedad, la repentina muerte de Fran cogió a todo el mundo por sorpresa. Fran no tenía buena relacion con su familia, que vive en una aldea a unos 50 km de la capital así que Juan Carlos y el resto de amigos se organizaron para acompañar al enfermo en sus visitas al hospital y darle el cariño y ánimo necesario. Cuando los médicos anunciaron que le quedaban pocos días de vida, aparecieron los hermanos y se hicieron con las riendas de la situación. Tras su muerte se lo llevaron con la intención de enterrarlo en el cementerio del pueblo.
No creo que las misas de difuntos en esa iglesia vuelvan a ser iguales nunca más.
Los amigos se sentían con derecho más que justificado de poder participar también en la despedida del amigo que habían estado cuidando hasta el último momento, así que fueron a hablar con la familia. Alegaron que Fran no sólo no era creyente si no que renegaba de su pasado como monaguillo y se había jurado no volver a pisar una iglesia nunca más. Y también había dejado muy claro en vida qué tipo de despedida deseaba. La familia no quería ceder en lo de la ceremonia religiosa, pero al final, como los partidos políticos en temas de estado, pactaron un acuerdo de mínimos. Al parecer el apoyo del hijo de Fran al grupo de amig@s fue fundamental para que la familia cediera. Menos mal que el párroco era un chico joven y bastante poco dogmático. Solamente se opuso a que se proyectaran imágenes de vídeo en la iglesia. Consintió el resto.
El día del funeral, la iglesia estaba abarrotada. Además de los amigos venidos de diversas poblaciones, estaba todo el pueblo congregado. Las disputas entre familia y amigos sobre el desarrollo del funeral habían corrido como la polvora por las calles polvorientas de aquel villorrio en el que seguramente nunca pasa nada.
El ataúd estaba colocado bajo el altar. Al lado, los amigos habían puesto un maniquí que uno de ellos había tomado prestado de la tienda en la que trabaja, ataviado con el vestido de lentejuelas que el difunto había lucido en su primera actuación en público, junto a la peluca y los plataformones de su debú. También había algunas de las fotos de aquel emotivo momento.
Juan Carlos lloraba a mares explicándome aquello. Yo no sabía si de risa o de pena, supongo que un poco de todo. La verdad es que la estampa era para como para imaginársela; yo no daba crédito.
-Tendrías que haber visto a la familia-, me decía con palabras entrecortadas por los sollozos.- La madre es una señora muy mayor y encojida pero con cara de muy mala leche. Se le debía estar cuajando la bilis.
Tras la misa y las consabidas palabras de consuelo y vida eterna y todas esas mandangas con las que nos intentan acongojar, el cura dio paso a aquellos de los presentes que quisieran dar un público adiós a Fran. Un hermano dijo unas palabras en nombre de la familia.
-Todo muy frío-, se lamentaba Juan Carlos. -A pesar de que la madre soltó algunas lágrimas, todo sonó muy poco natural.
Luego salieron dos amigos que respondían a los expresivos nombres de La Kilómetros -porque siempre está arriba y abajo en el bosquecillo-cruising área cercano a esa capital de provincia de La Mancha-, y la Termomix. De este último Juan Carlos no estaba al corriente del por qué del mote. Comentaron algunas anécdotas que arrancaron sonrisas a los asistentes y a pesar de que eran bastante ordinarias sonaron mucho más cariñosas y auténticas que todo lo que se había oído hasta entonces.
-Y se contuvieron-, me explicaba Juan Carlos.-Al principio tenían intención de liarla. 
Como despedida sacaron un radiocasé y pusieron la canción con la que Fran había echo un playback en aquel mítico ya día de su debú.
Los amigos más íntimos acompañaron a la familia en el entierro. Junto a la caja, en el nicho metieron el vestido de lentejuelas, las plataformas y la peluca, tras lo cual, lo tapiaron de nuevo. Alguno de los presentes, gay fijo, dijo que aquello era morir con las plataformas puestas.
¿No se enterraban los egipcios con todo su ajuar funerario, mobiliario incluido, para estar bien equipados en el más allá? ¿Porque no podía hacer lo mismo un aspirante a drag queen?

Juan Carlos se ha marchado esta tarde. Quería estar mañana a primera hora en su ciudad para empezar a organizar la fiesta en honor de Fran que los amigos van a dar el miércoles. Intuyo que también será su fiesta de despedida de La Mancha y de su pasado.
-Ya sabes que no bebo, pero ese día me pienso emborrachar en su honor. Voy a coger un pedo monumental. Como hacía él-, me ha dicho con lágrimas en los ojos.

11 sept 2010

Serie Maldita. TRB 3

Yo estoy varios días sin dormir. Estoy muy preocupada; creo que soy poseída por un vampiro. Y todo culpa de Klaus.

Klaus está todo día viendo ZDF-Sport. Yo estoy aburrida con tanto fútbol y F1. Así que yo voy a habitación de Gudrun a ver tele allí. Gudrun es mi nieta. Es niña muy dulce y cariñoso y pasa vacaciones con nosotros en Santanyí porque ella aburre mucho en Dormunt.
Gudrun graba Hannah Montana o Gilmore Girls de internet. Nosotras vemos juntas mientras yo hago crocheetttenffwsflowers. Reímos mucho y somos muy buenas amigas.
El otro día yo pongo hard disk de Gudrun en marcha y enciendo tele. Pero yo no se que pasar pero no estoy preparada para lo que ver. ¿Dónde está Hannah Montana? ¿Dónde está Friends?
Se llama True Blood y es serie de vampiros.
Sucede en un pueblo de Luisiana que es un poco como Selva Negra; es lugar misterioso y lleno de peligros. Allí conviven seres humanas con seres vampiros todos mezclados. Vampiros beben bebida llamada True Blood (nombre de serie).
Es serie un poco tonta,  pero muy de sexo y de violencia.
La protagonista es Sookie. No es japonesa pero se llama así. Ella es muy pesada y tonta de culo y siempre está metiendo en problemas. Es más peligrosa que visita de Jessica Fletcher. Allí dónde va siempre gente muere por su culpa.
El novio de Sookie es Bill. Bill es vampiro, pero esta bueno y siempre tiene que estar a resolver problemas de Sookie. Está siempre muy pálido y es muy viejo, aunque no parece.
Y también está Eric, que es sheriff vampiro. Es alto y rubio y es un chico muy muy malo....



Yo quedo tan impresionada que crocheetttenffwsflowers salen todas hechas asco y no puedo aprovechar para tapete. Pero yo no puedo dejar de ver serie y estoy muy preocupada. Cada tarde cuando Klaus va ensayar yodel para Octoberfest de Alcudia, yo subo a cuarto Gudrun a mirar True Blood. Ahora ya estoy en tercera temporada. En esta temporada hay hombres lobo también.
Yo no puedo comprender cómo serie llegar a hard disck de Gudrun y empiezo a pensar que es serie embrujada y que quiere poseerme. El otro día yo tengo experiencia poltergeist y cada vez me siento más turbada.
Yo llamo a mi prima Angela y explico que otra noche yo despierto a media noche con mucha agitación  y que salgo de cama y voy a jardín para que me de aire. Y allí yo siento presencia, pero no tengo miedo. Aha dice Angela. Yo le digo que de pronto yo siento fuerza interior, como calor en michelines. Y de pronto riego automático en jardín pone en marcha y asperores lanzan agua. Yo quedo ahí y estoy empapada y siento mi cuerpo mojado. Aha, dice Angela. Y yo como poseída por siniestra fuerza, quito camisón y braguita y quedo desnuda. Main Gott! dice Angela. Entonces yo camino hacia piscina y me meto dentro y doy un baño desnuda a luz de luna y sé que Eric está allí mirándome y quiero ser suya.
-Pero Ute, tu no sabes nadar!!!-dice Angela.
-Bueno, yo cogí flotador de Bruno-, digo yo. Bruno es niño pequeño de vecinos que a veces viene a bañar a nuestra piscina. Yo compré flotador monísimo otro día, con cabeza y brazos de Maya . Él encanta.  
-Desnuda con flotador-, dice Angela. 
-Sí. Bueno desnuda, con flotador y con aschengorritten.
-Aha-, dice Angela. 
Yo esa tarde ir a peluquería y no quiero estropear permanente. Pero yo estoy segura que Vampiro Eric esta en mi gartten y quiero que venga y quiero ser suya. 
Angela me dice que ella una vez sintió presencia poderosa. No!, digo yo. Sí!, dice ella. Y cuenta que quiso pasear desnuda por Bundestag en la noche. Pero no se atrevió por las cámaras y las vigilancias. Así que fue a lavabo, quitó leotardos y paseó por Bundestag con pantorrillas al aire!!!!

Esta mañana yo salgo a jardín y digo: Klaus, quítate la tanga y vamos a misa. Klaus arreglaba hortensias, levanta la cabeza y decir: Ok, pero no quito la tanga. Nosotros vamos a misa pero Dios no me escucha. Yo no oigo sermón y lo único que quiero es que venga la tarde para ver nuevo episodio de True Blood.  

10 sept 2010

Monstruos devoradores de energía


Muchos de nosotros hemos dado salida a nuestra vena artística haciendo composiciones con los imanes de nuestro frigorífico, pero en Cuba han llegado a mucho más.
Con la renovación energética de Fidel se quitaron las enormes neveras americanas de los años 50 y se sustituyeron por unas Made in China de menor consumo.
52 de estas viejas neveras han sido rescatadas y tuneadas por artistas cubanos y ahora conforman la exposición “Monstruos devoradores de energía”. Hasta esta noche podrá verse en las calles de Sevilla, de donde saldrán rumbo a Barcelona. Es la primera vez que se han expuesto en la calle, aunque con anterioridad han pasado por salas de La Habana, Milán y París.
Con esta muestra, los artistas cubanos quieren mostrarnos una nueva visión de Cuba, lejos de los tópicos.

No se si me gusta mucho...Y me da a mí que como se descuiden, aparecerá el camión de los trastos y jamás se supo....

8 sept 2010

Aprendiz de Drogadicta


-Es que Melissa nunca sale.
-Huy.... que si salgo.... Virtudes. Todos los días voy a trabajar y me cruzo la ciudad.
-Sí, ya, claro, pero eso no es salir.
-Ah, ya te entiendo.... También salgo mucho a cenar, al cine, un café por las tardes...
-Jejejeje, me refiero de noche, Melissa, de copas...
-Bueno, muchos sábados, después de cenar vamos a tomar algo al pub musical de abajo de Lidia. El que pone los garbancitos que tanto me gustan... Tu sabes...
-Melissa, bonita, que me refiero a salir-salir.
-¿Salir-salir? ¿Lo que quieres preguntarme es que si me drogo para a mis cincuenta y pico estar dando botes en la disco de turno con un top de lentejuelas? Pues no, Virtudes, no me drogo. ¡Y las lentejuelas no me gustan!
Tal y como lo habéis leído así pasó. Virtudes se quedó..... vamos.... que no se podía ni pensar que yo tuviera ese pronto.
Yo no es que sea de la liga antidroga ni nada parecido, pero la verdad, nunca he tenido necesidad. Yo a la que me entra sueño, me pillo un taxi y me voy a casa la mar de contenta.
A pesar de quedarme más larga que ancha después de decirle eso a Virtudes, al día siguiente, estando con Lidia, me vino como un remordimiento y le comenté:
-Lidia, lo mismo me pasé anoche con Virtudes.
-Un poco brusca si que estuviste.
-Mira, lo mismo me estoy quedando un poco antigua. Yo creo que aunque Virtudes sea un poco drogadicta.... Tu sabes... No hay que darle de lado. Lo mismo tú y yo tenemos que salir a drogarnos, y así podemos saber de lo que hablamos. Que lo mismo la droga es divertida y todo.
Quedamos en casa de Lidia. Cenamos y nos tomamos un termo entero de café esperando que fueran las 3 de la mañana. Esa es la hora buena de llegar a las discotecas. Dicen que si llegas antes pareces un poco “pringao”. Así que a las tres y media en punto estábamos en la disco (no contábamos con la media hora de cola). Con los 18 euros de entrada tampoco contábamos. Luego nos enteramos que si llegabas antes de las 2 no pagabas entrada y encima no había cola, así que nos dimos cuanta de que no entendimos bien lo de la hora de los “pringaos”.
Tras pedir dos Licores 43 con piña -que una noche es una noche- , fuimos a buscar al que vendía el tema (así le llaman a la cocaína). 50 euros nos cobraron. Yo ya me había informado como proceder, así que nos fuimos al baño, nos metimos las dos en un lavabo, cogimos la llave del portal de mi casa, metimos la puntita de la llave en el sobrecito y a aspirar. Ni raya ni nada... esto es más higiénico y más moderno. Yo, como estoy en todo y me informé de lo de la llave, ya la había lavado antes en casa a propósito. Este es un truco que recomiendo a todo el que quiera drogarse.
Al principio de esnifar te da un mal olor... Como a pipí de gato. Luego, pues parece que se te van cayendo los mocos, así que por eso te tocas la nariz tanto. Nos dijeron que había que repetir la operación a cada 25 minutos aproximadamente. Para tal efecto yo había pillado el cronómetro de mi hijo el pequeño. Quería hacer las cosas bien, que luego no me dijeran, que lo había hecho mal. Repetimos la operación 3 veces, a cada 25 minutos de cronómetro, y la verdad...Yo me quedé igual. Le pregunté a Lidia:
-Lidia, ¿sientes algo?
-Se me va un poco la cabeza
-Eso tiene que ser el Licor 43, que tú siempre has tenido muy mal beber, que tú los sabes. Además mira que te dije que no te pusieras cuello cisne para venir a la discoteca. Es que tú siempre, con tal de estrenar...
A las 2 horas ya estabamos las dos bostezando y de camino para casa.
Nos hemos enterado que el camello que nos vendió no era de los mejores. Eran dos los que pasaban la droga, uno que parecía colombiano y otra que parecía de El Vendrell o de Tortosa (nunca me termino yo de aclarar). Le compramos al colombiano, claro está, y se ve que éste suele mezclar la coca con parecetamol. Y además genérico. Fíjate tu el negociazo. Lo que sí es verdad, que yo que suelo padecer un poco de las piernas, aguanté como una jabata todo el tiempo de pie en la disco.
Resumiendo, ahora que conozco el mundo de las drogas, puedo decir que no me gusta.
Y cuando vea a Virtudes se lo pienso referir.

7 sept 2010

Sexo, mentiras y remordimientos


Quedamos una tarde en un bar del centro. Llegué con cinco minutos de antelación, como suelo hacer siempre. Me gusta ponerme en un lugar estratégico para poderles observar cuando se aproximan, ver cómo se mueven, cómo miran, cómo caminan; así juego con unos instantes de ventaja. Los expertos dicen que en las primeras citas la comunicación no verbal aporta el 80 % de la información que recibimos de otra persona. Por chat esa información se pierde, lo que recibes es ese 20% residual, la parte intelectual, que a nivel de atracción parece ser la menos importante. Las fotos del perfil ayudan a hacerse una idea de cómo puede ser esa otra persona y la conversación virtual te asegura que por lo menos es lo suficientemente interesante como para poder tomar un agradable café o cerveza juntos. Pero hasta que no lo tienes delante en vivo y en directo, hasta que no ves como te mira y como te habla, no sabes si habrá el feeling necesario. Necesario para follar, me refiero, que es para lo que hemos quedado. Sea en uno u otro sentido, lo sabes de forma casi siempre instantánea.
Me dirigía la puerta del bar cuando noté que alguien me tocaba suavemente el brazo. Al girarme, lo vi; era él, que había llegado antes que yo dando al traste con mi pequeña argucia, y esperaba sentado en una mesa de la terraza. Mi primera impresión fue de que era una persona limpia, en todos los sentidos. Tenía una franca sonrisa de dientes muy blancos y regulares y unos ojos verdosos que brillaban con una intensidad tal que parecía estar emocionado constantemente. No era feo, tampoco era guapo, pero llevaba una tupida barba negra muy cuidada y se mostraba tímido, lo que le otorgaba cierto encanto. Llevaba el pelo muy corto e iba vestido con ropa del Decathlon. Jamás me pondría prenda alguna de ese paraíso del dominguero, pero reconozco que le daba un aire muy masculino y valoré por encima de todo que fuera limpio. Desconozco las costumbres higiénicas de Azerbaijan (de donde era oriundo el muchacho) pero, francamente, antes de nuestro encuentro tenía mis dudas al respecto. Con verlo solamente, esas dudas se esfumaron.
El chico era majo, pero como ya había detectado por chat, era desconfiado, algo uraño. Supongo que si yo fuera inmigrante ilegal en un país del que apenas conozco la lengua, sería desconfiado también, o cauto, como mínimo. La verdad es que tras algo más de un año en la ciudad podría haber hecho un esfuerzo por integrarse y aprender el idioma como mínimo, sobretodo por él mismo. De todas formas es fácil opinar en base a las noticias o cifras estadísticas de sin papeles leídas en la comididad de un sofá o un despacho a que alguien te cuente de primera mano sus vivencias personales. En un inglés muy básico -no es que el mío sea para tirar cohetes tampoco, dicho sea de paso- me explicó que vivía en un piso patera con 7 tipos más en el extraradio, que curraba en un locutorio en el que le pagaban 400 €/mes por trabajar nosecuantas horas al día, casi todos los días. Aún así le daba para ahorrar algo y enviarlo a su mujer y su hijo que se habían quedado en su pueblo natal, allá en el Cáucaso.
Muy duro.
A pesar de todo, sonreía y al parecer tenía ganas de follar conmigo. No sé cuantas experiencias homosexuales había tenido, pero supuse que debían ser escasas. Me da la impresión que en Azerbaijan, cómo país musulman, la máxima experiencia marica a la que puedes optar sin ser colgado de los pulgares es ver Eurovisión; el resto, como que no goza de muy buena prensa.
Tras un par de cervezas ingeridas a palo seco lo empece a encontrar francamente mono y entrañable. E incluso empecé a considerar trendy su camisa de cuadros de mezclilla de Quechua así que decidí que, antes de caer más bajo, mejor iba al grano. Le pregunté si se venía a casa, a lo que respondió con destello en la mirada y un tímido movimiento de cabeza. Pagué las cervezas y nos pusimos en marcha.
Se zarandeó ostensiblemente al levantarse de la silla, lo que atribuí al 0,6 g/l de alcohol en sangre que debía llevar, como mínimo. Cuando enfilamos la calle, el muchacho seguía con el meneíllo; quise creer que debido a un socavón en el asfalto. A media calle no había duda: era cojo.
Se me bajó la borrachera de golpe.
No es que se la fuera un poco el pie, no; era bastante cojo. No sé si hay grados de cojera, pero si fuera un terremoto, sería un 5 en la escala Richter. La verdad, me quedé libido, no lo esperaba. ¡Bueno, qué iba a esperar! Sentado parecía que todo estaba en orden. Marcaba un buen paquete y parecía tener las dos piernas en su sitio. ¡Qué iba yo a saber! Caminamos en silencio bastante rato. Yo fui incapaz de mirarle ni decir nada y él no añadió palabra por su parte. No sabía muy bien ni qué pensar ni qué sentir siquiera. Llamadme caprichoso, pero prefiero que mis amantes -ni que sean para sexo esporádico-, dispongan de todas sus extremidades en condiciones optimas. Por otro lado me sabía mal pensar así, no sabía si tenía derecho o si moralmente estaba bien ni siquiera planteármelo. Él debía de estar dándose cuenta de que a mi me había caído un jarro de agua fría -¡qué digo fría! ¡un jarro de agua helada!- encima, porque yo había pasado de estar ebriamente dicharachero y chispeante a más muerto que una tumba. Pero era incapaz de decir nada. Y para acabarlo de adobar, creía sinceramente que él debería habérmelo comentado previamente. Habíamos quedado para echar un polvo. No habíamos quedado para discutir de moda, ni para jugar del bridge, ni para ir al cine, ni para repasar la prensa del corazón, no. Habíamos quedado para follar, que es algo físico y si a uno no le dicen lo contrario, uno cuenta que todo el físico de su partenaire, piernas incluidas, estarán en orden. Debería habérmelo comentado y haberme dado la opción de que yo decidiera, por duro que pudiera sonar. Además el hecho que se hubiera presentado antes que yo en el bar y que me esperara sentado, denotaba, a mi entender, que él sabía que su cojera tenía un componente antilujuriante que a mi me podía echar para atrás, por lo que hasta cierto punto había algo de engaño por su parte.
La tensión en esos momentos era tal que seguro que la percibía y lo estaba pasando tan mal como yo. No sabía qué pensar, sinceramente.
Total, caminado lentamente, pero caminando al fin y al cabo, llegamos a mi casa. Era la hora de la verdad y tenía dos opciones: o le daba una excusa y me lo sacaba de encima (total no iba a volverlo a ver nunca más), o subía con él y apechugaba con la situación intentando obviar las extremidades inferiores. La primera opción me daba un corte tremendo, seguro que le iba a doler. La segunda me daba algo de aprensión. Además, no sabía con lo que me iba a encontrar; si con una prótesis de carbono made in china, si con una pata de palo o una pierna deforme.

Un par de semanas más tarde, expuse esta vivencia en una cena de cumpleaños de un colega. Mi querido amigo Alonso se presentó con su vecina, la que le cuida el perro cuando él está de viaje, no recuerdo su nombre. Sólo a mi amigo Alonso se le ocurre presentarse con su vecina a una cena íntima para cortarnos el rollo al resto. En fin... Se produjo un pequeño debate sobre la cuestión en el que hubieron opiniones para todos los gustos. La que estuvo más beligerante fue la cuidadora del perro de Alonso, que se mostró escandalizada por mi falta de sensibilidad. Me dijo que aquel chico no tenía la culpa de su cojera y que mis dudas eran moralmente repugnantes, qué lo importante eran otras cosas y no tanto el físico.
Yo señalé a un hombre que cenaba unas mesas más allá y que era francamente poco agraciado. Le pregunté a la canguro del perro de Alonso si se acostaría con él. Ella me dijo que no porque no le gustaba físicamente. Yo le dije que eso mismo me había pasado a a mi con el chico de Azerbaijan. Físicamente no me gustaba, su defecto en la pierna no me gustaba al igual que a ella no le gustaba ni la nariz ni la papada de aquel hombre. Y nadie era culpable de ello. Ella volvió a la carga con sus argumentos de ONG de tercera y con que debería mostrarme más comprensivo y ser menos superficial, que al final lo que importaban son las personas.
-Tus argumentos se basan en la lástima. Me estás diciendo que debía haberme apiadado de él y haberme acostado con él por lástima-. Di un sorbo de cava para dar más dramatismo a mis palabras. -De todas formas, la próxima vez que me encuentre en esa situación, te llamaré, por que supongo que tú, tan abierta como eres, te has acostado ya con muchos cojos.

He llegado a la sincera conclusión que debía habérmelo dicho. Que fuera cojo influía y mucho en la actividad que habíamos quedado para llevar a cabo. Él debía haber afrontado honestamente su realidad y darme a mi la oportunidad de elegir. ¿Qué hubiera hecho yo entonces? Sinceramente, creo que con las mejores palabras de las que hubiera sido capaz, lo habría rechazado. ¿Y qué hice aquella tarde?

Vivo en un cuarto piso sin ascensor. La subida hasta mi casa fue ardua y larga, lo que me permitió recomponerme y ver las cosas con mayor claridad. Recuperado el resuello y sentados en el sofá, abordé el tema que me angustiaba. Él me dijo que había tenido poliomelitis de niño que le había dejado en aquella situación. Iba yo a explicarle con todo el tacto que mi muy limitado inglés me permitía, cuales eran mis pensamientos cuando él se me adelantó por segunda vez aquella tarde:
-Si quieres me voy- me dijo.
Su voz parecía normal, pero aquellos ojos que ya de normal brillaban intensamente, ahora lo hacían conteniendo lágrimas. Tragué saliva y le dije que no, que se quedara. Tomé aire y le abracé. No quería ser yo otra decepción en la dura vida de aquel chico.

3 sept 2010

Mamá, quiero ser corista




¡Qué limpitas y monas ellas!
Al otro lado de la plaza, frente a estas muchachas tan pulcras, había un grupo de chicos de la misma edad pero de estilo totalmente diferente, rollo más alternativo, con rastas, piercings y unas sombras oscuras en la piel que uno no sabía si eran tatuajes o roña acumulada. Hacían malavarismos e iban acompañados de varios perrosflauta somnolientos. Unas y otros eran como la cara y la cruz de la misma moneda.
Ellas, las del video, son las integrandes del Nyíregyházi Cantemus Kórus, o lo que es lo mismo el Coro Cantemus de Nyíregyházy, en Hungría. Están de gira por España invitadas por academias de música y agrupaciones corales a modo intercambio. Bonita manera de conocer mundo. Mis sobrinos han estado ya en Alemania e Inglaterra por el mismo método. A estas chicas se las ve formales y la verdad es que cantan muy bien. Lo de mis sobrinos tiene delito, aunque a mi hermana se le caigan lagrimones como puños cada vez que los ve actuar. Por mucho que digan que interpretan los cursilones temas de Les Choristes, a mi me recordaron a un grupo hooligans en lamentable estado que me tocó soportar una noche en un pub de Dublín mientras intentaban entonar las melodías de vetetuasaber qué grupo irlandés. Mi madre les dijo a mis sobrinos que lo hacían muy bien, que sólo les faltaba un poco de swing. Mi madre sabe quedar la mar de bien siempre.
Cuando yo era joven no había estas cosas (o yo no me enteré). Con lo que me gusta viajar, anda que no me hubiera yo apuntado también a ser "corista".

Los vestidos de Escarlata


Me quedo más tranquila al leerlo. Siempre me había preguntado dónde estarían los vestidos que lució Vivien Leigh en la fantástica película Lo que el Viento se Llevó. Parece que 5 de ellos los tenía el productor de la peli. Pues bien, un museo de por allí cerca ha estado recogiendo dinero para restaurarlos. Dicen que estaban en muy mal estado porque tienen ya 71 años. Supongo que el señor que los tenía (el productor de la peli) debía ser un poco vicioso y le gustaría ponérselos de vez en cuando. Mi vestido de novia tiene más de 40 años y está como nuevo. Eso sí, un poco demodé, pero con bajarle un poco el escote, ceñirle un poco la cintura y ponerle un adorno en negro (esto lo he visto en Rosa Clará) el vestido queda monísimo y actualísimo. Es lo que tienen los vestidos de novia clásicos, que son un fondo de armario fenomenal.

Volviendo a Escarlata O'Hara, a mí esa película es que me encanta. Se hace corta y todo. Y es todo un referente de moda en cuanto a diseño americano sureño se refiere. ¿Mi modelo favorito? El que se hace con las cortinas de terciopelo verde. Y hay que ver como resuelve el gran problema de los borlones. Yo veía la peli y me decía, ¿y los borlones que? Pues la peli, en un prodigio de guión, da una vuelta de tuerca más y utiliza los borlones como cinturón. ¡Yo es que no podía ni imaginármelo!

Los 5 vestidos los podremos ver en una exposición que tendrá lugar con motivo del 75 aniversario de la película.

2 sept 2010

De fimosis y madres


-Es que han operado a mi hijo-, me dijo María Luísa, llevándose la mano a la frente, abatida.
Joder, pensé, con razón la notaba yo alicaída desde que se reincorporó el pasado lunes.
-Ostras, lo siento. ¿Qué le pasa?
-Tiene... Bueno, tenía fimosis.
¿Fimosis? Solté una carcajada de alivio. Sinceramente ante su actitud esperaba que pronunciaría palabras tipo difteria, malaria o ántrax, como mínimo.
-Es que no veas como lo está pasando el pobre- se justificó con lágrimas en los ojos al ver mi reacción.
Me sorprendía esa actitud en María Luísa. Es de las pocas personas del despacho con las que tengo cierto feeling justamente porque no se está con los remilgos y las tonterías propios de la condición femenina.
-Venga, eso no es nada. A mi me operaron también de fimosis. Y, vale, estás incómodo unos días pero no pasa nada.
-Es que tendrías que ver como se la han dejado...- dijo sofocando un ahogo de emoción. -Entre lo aprensiva que soy y la barbaridad que le han hecho al pobre...
La mujer estaba haciendo grandes esfuerzos por no echarse a llorar en medio de la cafetería.
-¿Pero ha habido algún problema?
-El médico me dice que es normal que esté inflamada. Le he llamado algunas veces y dice que no me preocupe.
¿Algunas veces? Si admitía haberle llamado algunas veces, es que debía haber montado una hot line en toda regla con el pobre médico.
-Es normal que esté inflamaba-, intentaba tranquilizarla yo. - Le han operado. Pero se le pasará pronto, lo sé por propia experiencia. Además es lo mejor para él.
-Si lo llego a saber no lo opero.
-¡Venga ya! Es lo mejor para el propio desarrollo del miembro. Le crecerá mejor. Y es más higiénico. Lo mejor por todo- repetía yo.
Entrábamos en el tema de los miembros viriles en el que me sentía francamente cómodo.
-Pero es que le asoma un poco... -dejó la frase ahí muerta.
-¿Le asoma un poco el qué?- pregunté intrigado al ver que ella se quedaba a medias. ¿Quizás un intestino? ¿O un testículo?
-Les asoma un poco el glande. Es horroroso-, dijo gimoteando.
Ay, querida, qué pocos penes has visto en tu vida, pensé para mi.
[Nota: repito tanto lo de "pene" porque Madame Chita nos ha pedido que no utilicemos palabras tales como polla, picha, verga o cipote. Este es un blog elegante].
-Eso es normal-, respondí yo sin poder evitar la sonrisa en mis labios.
-Yo no quiero que le quede como a los moros.
¿A los moros? ¿Que les pasa a los moros? ¿A ver si al final el pardillo iba a ser yo?
-Con todo el glande al aire. Es asqueroso-, explicó ella. Se limpió la nariz con un pañuelo de papel- les cortan el prepucio, como a los judios. Van a saco.
Removió el café con la cucharilla, sin intención de bebérselo.
-Ya verás como cuando se le desinflame estará mejor.
-Me he precipitado. Pobrecito. Debería haber buscado alternativas antes.
-Has hecho bien. Me las he visto con penes de tíos con fimosis y te aseguro que no son ni estéticos ni prácticos de manejar.
Me vino a la mente mi amigo Marco, de Milán. Majo y guapetón. Pero tiene el capullo estrangulado por el prepucio. Una pena, en serio.
-De sus amiguitos es al único al que le han operado. Se ve que hay unas cremas que despegan la piel. Debería haberme informado más.
Sí, también podrías haberle llevado a Houston para que le hicieran una revisión exahustiva al prepucio del niño.
-¿Y qué dice tu marido?
-Que ya se le pasará
Bueno, menos mal que había alguien con criterio en la familia. María Luisa hizo un gesto como dando a entender que el padre pasaba y toda la responsabilidad de aquel problemón recaía sobre sus hombros. Las lágrimas volvieron a asomar a sus ojos. La verdad es que me estaba saturando tanto melodrama.
-María Luisa, que tampoco es para tanto- dije en un tono un poco más serio. -¡Deja de machacarte, que no pasa nada! Y tu hijo te lo agradecerá con el tiempo. Ya verás.
Entonces ella se derrumbó definitivamente y me dijo con las lágrimas rodándole por las mejillas.
-El pobre lo está pasando tan mal que me dice que porqué le hemos hecho eso y que no nos lo va a perdonar nunca.
¡Mira el mocoso! ¡Con sólo 9 años y manipulando a su madre! De todas formas era la propia María Luisa la que propiciaba esa actitud airada de su hijo dando excesiva importancia a un acontecimiento que no lo merece. Y los niños son crueles y despotas, que caray. La verdad es que la actitud de mi compañera no dejaba de descondertarme. Yo la tenía por una tía ecuánime y sensata. Nunca la había visto perder los papeles de esa manera y menos aún por algo carente de gravedad.
De mi propia experiencia cuando me operaron de fimosis apenas recuerdo cuatro cosas, tendría como 8 años. Me acuerdo que me pintaron de mercromina del ombligo hasta medio muslo. También recuerdo que me dolía y que no me dejaron bañarme en la piscina. Seguro que mi madre le supo mal que yo estuviera dolorido unos días, pero estoy convencido de que no se presento en su trabajo abatida y llorosa. Ni hablar. Pero es más que evidente que la relación entre padres e hijos ha cambiado. Me vino a la mente un artículo de Boris Izaguirre que leí hace tiempo en el que hablaba de como la actitud autoritaria y sobreprotectora de algunos padres con sus niños los convertían en futuros adultos con egos gigantescos, la autoestima por los suelos y baja tolerancia a la frustración.
Me quedé callado esperando que se tranquilizara. Dios me libre de darle a una madre una opinión sincera sobre la relación que mantiene con su hijo. Y en la mayoría de los casos ellas mismas saben muy bien cual es su talón de Aquiles, pero no quieren/pueden hacer nada al respecto.
-¿Volvemos al despacho?-, pregunté mientras apuraba los posos de mi té. -Invito yo.
Ella asintió con la cabeza mientras se secaba las lágrimas de las mejillas e intentaba recomponerse.

P.D. Esta mañana María Luisa parecía otra. Habían ido al médico y le había confirmado lo que era evidente: todo estaba bien. Me alegro de verdad por ella.
El niño... Sé a ciencia cierta que ese pequeño dictador está perfectamente.

1 sept 2010

Tanga sí, tanga no

A mi no me gusta la tanga. Se me mete en raja del smwusraftrraten y es muy molesta. Además no encuentro tanga a juego con mis fajas.
Klaus gusta la tanga. Yo río mucho y le digo:
-Ausftrentadenskkerfalafentangen, Klaus
Que quiere desir:
-No te pongas pesado. Acuérdate cuando la liaste parda con los calentadores de punto. Además no tienes ni cuerpo ni edad para llevar tanga, Klaus. (Nota: traducción mi nieta)

Pero Klaus se enfada mucho y me dijo que mi prima Angela y su marido Ulrich ponen siempre tanga y tienen sexual life muy completa y divertida, no como nosotros.
Eso hace mucho daño a mi por que Angela tiene mismo problema que Concha Velasco y sólo pone la tanga cuando Sarkozy viene de visita.
Así que yo era convencida de decir ¡No a la tanga! Pero ese mismo día en playa yo veo este macho español y pienso:
-ummm, gurderpaketen!!!
Además camina en forma muy elegante, como muchachos de Nuremberg en Festival del Kartofen.
Ahora yo estoy hecha un lío. :-(


Renovando

Tenía cuatro sillas que pensaba tirar. Estaban en buen estado y eran cómodas pero ese colorcito de pino anaranjado me horrorizaba. El asiento de ciertopelo burdeos oscuro me parecía igualmente feo. El juego de sillas hacía juego con el resto de muebles del salón, los cuales no pudieron salvarse de la quema ya que eran de melamina, y poco puede hacerse con ella. Con las sillas, al ser de madera, sí que me atreví a hacer algo. Las lijé muy bien (un buen amigo me dejó una lijadora), les puse un tinte-barniz de color negro, y las tapizé con una tela a rayas. Pensaba que tapizarlas sería lo más complicado, para que quedara tirante y demás, pero resultó ser lo más sencillo. No cambié el relleno, ya que estaba en buen estado.


El resultado de las sillas es el que veis. ¿El precio? 20 euros las cuatro sillas (tela, barniz-tinte, lijas y grapas). No esta mal para ser la primera vez. ¿Lo próximo? Viendo las fotos... cambiar el suelo. También iba a juego.