11 oct 2010

Buried


Enterrado. Enterrado vivo. Esa ha sido siempre la peor de mis pesadillas. Que me enterraran viva.

Cuando era pequeña, al tonto del barrio, “el Caraesquina” (por eso de tener la cara torcida por alguna enfermedad) dicen que lo enterraron vivo. Un problema con el parte de defunción obligó a desenterrarlo, y dicen que la tapa del ataúd estaba toda desgarrada, llena de sangre y los dedos a la mitad. Esta historia me impresionó no sabéis como y aún hoy cuando la recuerdo se me ponen los vellos de punta.

De esto trata la película que ví ayer, Buried.

El protagonista (y único actor de la peli) está en Irak y es americano. Trabaja de transportista, que viene a ser como un camionero pero más fino. Pues sin saber ni él ni nadie como, acaba metido en un ataúd y enterrado. Pero con las prisas alguien se ha dejado olvidado un teléfono móvil dentro, y por suerte o por desgracia en algunas partes del ataúd hay cobertura. Y no es un teléfono cualquiera, sino que es una Blackberry, así que puede grabar videos, mandar emails, hacer llamadas al extranjero… Las baterías de las Blackberry se ve que son buenas, porque como me comentaba mi amiga Lidia, si en vez de la Blackberry se llegan a dejar un iPhone la película no dura más de media hora.

El guión está muy bien elaborado y lo mismo te hace pensar de que se trata de una broma, de un experimento del gobierno o de un ataque terrorista. Al final la peli resulta ser una crítica a la moralidad árabe, porque el motivo por el que lo entierran vivo, es porque este hombre, el transportista, está casado y con hijos, pero se lía con una compañera de trabajo en territorio árabe. Y claro, ya sabemos como son los árabes con el tema del adulterio.

Técnicamente es una película admirable, porque toda la peli se desarrollo dentro del ataúd, y hacer esos planos con el poco espacio que hay es muy complicado. Iluminar en estas circunstancias también tiene su mérito, y para ello se han hecho valer de casi todos los medios posibles de iluminación, desde un mechero, a una linterna con luz blanca y luz roja (porque el rojo da mas angustia), la luz de la pantalla del móvil e incluso esas barritas que parecen radioactivas y que a mí me fascinan.

Una película muy recomendable y muy angustiante.


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