8 sept 2010

Aprendiz de Drogadicta


-Es que Melissa nunca sale.
-Huy.... que si salgo.... Virtudes. Todos los días voy a trabajar y me cruzo la ciudad.
-Sí, ya, claro, pero eso no es salir.
-Ah, ya te entiendo.... También salgo mucho a cenar, al cine, un café por las tardes...
-Jejejeje, me refiero de noche, Melissa, de copas...
-Bueno, muchos sábados, después de cenar vamos a tomar algo al pub musical de abajo de Lidia. El que pone los garbancitos que tanto me gustan... Tu sabes...
-Melissa, bonita, que me refiero a salir-salir.
-¿Salir-salir? ¿Lo que quieres preguntarme es que si me drogo para a mis cincuenta y pico estar dando botes en la disco de turno con un top de lentejuelas? Pues no, Virtudes, no me drogo. ¡Y las lentejuelas no me gustan!
Tal y como lo habéis leído así pasó. Virtudes se quedó..... vamos.... que no se podía ni pensar que yo tuviera ese pronto.
Yo no es que sea de la liga antidroga ni nada parecido, pero la verdad, nunca he tenido necesidad. Yo a la que me entra sueño, me pillo un taxi y me voy a casa la mar de contenta.
A pesar de quedarme más larga que ancha después de decirle eso a Virtudes, al día siguiente, estando con Lidia, me vino como un remordimiento y le comenté:
-Lidia, lo mismo me pasé anoche con Virtudes.
-Un poco brusca si que estuviste.
-Mira, lo mismo me estoy quedando un poco antigua. Yo creo que aunque Virtudes sea un poco drogadicta.... Tu sabes... No hay que darle de lado. Lo mismo tú y yo tenemos que salir a drogarnos, y así podemos saber de lo que hablamos. Que lo mismo la droga es divertida y todo.
Quedamos en casa de Lidia. Cenamos y nos tomamos un termo entero de café esperando que fueran las 3 de la mañana. Esa es la hora buena de llegar a las discotecas. Dicen que si llegas antes pareces un poco “pringao”. Así que a las tres y media en punto estábamos en la disco (no contábamos con la media hora de cola). Con los 18 euros de entrada tampoco contábamos. Luego nos enteramos que si llegabas antes de las 2 no pagabas entrada y encima no había cola, así que nos dimos cuanta de que no entendimos bien lo de la hora de los “pringaos”.
Tras pedir dos Licores 43 con piña -que una noche es una noche- , fuimos a buscar al que vendía el tema (así le llaman a la cocaína). 50 euros nos cobraron. Yo ya me había informado como proceder, así que nos fuimos al baño, nos metimos las dos en un lavabo, cogimos la llave del portal de mi casa, metimos la puntita de la llave en el sobrecito y a aspirar. Ni raya ni nada... esto es más higiénico y más moderno. Yo, como estoy en todo y me informé de lo de la llave, ya la había lavado antes en casa a propósito. Este es un truco que recomiendo a todo el que quiera drogarse.
Al principio de esnifar te da un mal olor... Como a pipí de gato. Luego, pues parece que se te van cayendo los mocos, así que por eso te tocas la nariz tanto. Nos dijeron que había que repetir la operación a cada 25 minutos aproximadamente. Para tal efecto yo había pillado el cronómetro de mi hijo el pequeño. Quería hacer las cosas bien, que luego no me dijeran, que lo había hecho mal. Repetimos la operación 3 veces, a cada 25 minutos de cronómetro, y la verdad...Yo me quedé igual. Le pregunté a Lidia:
-Lidia, ¿sientes algo?
-Se me va un poco la cabeza
-Eso tiene que ser el Licor 43, que tú siempre has tenido muy mal beber, que tú los sabes. Además mira que te dije que no te pusieras cuello cisne para venir a la discoteca. Es que tú siempre, con tal de estrenar...
A las 2 horas ya estabamos las dos bostezando y de camino para casa.
Nos hemos enterado que el camello que nos vendió no era de los mejores. Eran dos los que pasaban la droga, uno que parecía colombiano y otra que parecía de El Vendrell o de Tortosa (nunca me termino yo de aclarar). Le compramos al colombiano, claro está, y se ve que éste suele mezclar la coca con parecetamol. Y además genérico. Fíjate tu el negociazo. Lo que sí es verdad, que yo que suelo padecer un poco de las piernas, aguanté como una jabata todo el tiempo de pie en la disco.
Resumiendo, ahora que conozco el mundo de las drogas, puedo decir que no me gusta.
Y cuando vea a Virtudes se lo pienso referir.

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