El verano pasado el promotor de las fiestas Supermartxé contrató a Paris Hilton para grabar un video con el que promocionar su marca. Consideró que la heredera del imperio tiene una imagen que muy bien podía asociarse a los eventos que organiza, y que define como: glamour, belleza, sofisticación, vanalidad, fiesta-diversión.
El video se grabó en una super mansión en Ibiza y el resultado es este.
Según el promotor, el video cuenta la historia de una mujer deprimida y aburrida que decide dar una fiesta para animarse. Menos mal que nos lo explica porque a tenor de la interpretación de Paris Hilton, nunca lo hubiesemos adivinado. De hecho está mas risueña al levantarse de la cama supuestamente deprimida que durante la fiesta.
La verdad es que la Hilton ni interpreta ni baila y mucho menos canta. Hace lo que mejor se le da -y lo que se espera de ella-: lucir palmito en triquini. La heredera exigió por contrato tener derecho de decisión sobre los bailarines y extras que aparecen en el video. Y lo ejerció pues vetó a dos chicos por tener un aspecto demasiado "árabe". También, en su contrato exigía ser la única rubia en el video. Pero aquí, la magnánima Paris hizo una excepción, y en la parte final del video aparece otra rubia luciendo palmito y morritos. Claro que se trata de la mujer del promotor, la mujer del que paga, vamos.
Por tres días de rodaje y asistir a la fiesta de presentación en Privilege, Paris Hilton se llevó nada más ni nada menos que 500.000 € del ala. Así que ya lo sabes, si quieres poner una petarda internacional en tu vida, ráscate la cartera bien rascada. Y es que la Hilton no será muy inteligente, pero lista, lo es un rato.
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